¡Se los va a chingar Alito!
No es por intrigar, pero el más avezado en la mapachería electoral en la alianza “Va Por México” es el presidente del PRI Alejandro Moreno Cárdenas. De verdad que los opositores a AMLO no aprenden. Si Marko Cortés y Alito conservan sus respectivas dirigencias es porque controlan el padrón de sus respectivos partidos. Pretender acotar la participación ciudadana a quienes muestren su respaldo a cualquier de los 16 “Vaporosos” es seguir apostando a los viejos vicios, esos por los cuales los mexicanos los pusieron en el basurero de la historia. Así, sin autocrítica ni evolución política, ni sueñen que van a regresar. Con razón el presidente López Obrador dijo en una mañanera que el proceso para seleccionar al abanderado aliancista era “pura faramalla”.
El triste caso de “Chico Mugres”
Más que espectáculos lo que debiera ocupar la mente y los esfuerzos de “Chico Mugres”, alias Francisco Martínez Neri, es tener la ciudad limpia. Pero eso es mucho pedir. Dejó que la mezquindad de su homólogo de Zaachila, Rigoberto Chacón, operara a sus anchas el cierre del tiradero de Zaachila. Con la mano en la cintura dejó que CATEM abriera su basurero en el Playón del Atoyac. Y a todo esto, sus empleados se escupan de perseguir a una inocente abuelita que vendía sus pollos en el centro de la capital, en lugar de encerrar a los que con descaro e irresponsabilidad siguen tirando basura en las calles. Qué triste resulta contemplar cómo de ser una de jade, nos convertimos, eso sí con la connivencia de las autoridades, en una ciudad dejada.
Golpe a la corrupción en el Registro Civil
Nunca he sido promotor del desempleo. Pero la separación de los 113 oficiales del Registro Civil de Oaxaca era justa y necesaria. Las quejas eran tantas, los abusos tan variados; al final la riqueza mal habida era innegable. Las víctimas fueron amas de casa, campesinos, obreros, personas de la tercera edad. La verdad que esos bandidos no tenían llenadera. Esperemos que este cambio no sea pasajero, que llegado el momento, el gobierno de Salomón Jara destituya a quienes habiendo llegado a esa posición durante su administración tuerzan la vara de la legalidad a cambio de unos pesos.